PERSONA PLURIDIMENSIONAL - "EL PERSONALISMO" DE EMMANUEL MOUNIER



Mounier: “La vida del ser humano es pluridimensional”. Dimensiones de la vida del ser humano:

  • Interioridad. (“Conversión intima”)
  • Corporeidad. (“Existencia incorporada”)
  • Comunicación.
  • Afrontamiento.
  • Libertad.
  • Transcendencia. (“Eminente dignidad”)
  • Acción. (“Compromiso”)




¿QUÉ ES PARA MOUNIER CADA UNA DE ESTAS DIMENSIONES?



1. Interioridad. (“Conversión intima”)

El hombre es un ser social, necesita de la comunicación para poder desarrollarse en toda plenitud, sin embargo, dicha comunicación no siempre es con las personas que lo rodean, con las personas ajenas a él, también debe comunicarse con la única persona en mundo que lo conoce por completo, lo que piensa, dice, hace y quiere, es decir él mismo; este resulta ser el complemento de la comunicación con los otros para así satisfacer esa necesidad humana.

Dentro de esta dimensión de la persona se resaltan los siguientes aspectos:

  • El recogimiento (el sobre sí). En este aspecto el autor habla sobre hacer una reunificación de la persona en sí misma, aclara que hay personas que viven en exterioridad consigo mismos, con el interés de satisfacer deseos humanos y corporales, así lo define el autor: “tal hombre prisionero de sus apetitos, de sus funciones, de sus hábitos, de sus relaciones, del mundo que lo distrae”, dichas personas parecen condenadas a vivir sin un proyecto, un futuro o rumbo claro; para evitar esto el autor plantea que se debe orientar la mira a reunificarse a sí mismo aunque esto amerite terminar y reducir ciertas importancias e influencias que le damos al medio que nos rodea y así poder obtener una ‘vida personal’.
  • El secreto (el en sí). La ‘vida personal’ mencionada anteriormente necesariamente amerita un carácter privado y secreto, debido a que, de no ser así, el autor nos compara como un libro abierto donde cualquier persona nos puede leer, leer nuestros pensamientos, problema y dilemas existenciales. También el autor advierte que estas personas al carecer de respeto por sus propios secretos, no van a dudar en irrespetar los secretos de los demás.
  • La vocación. Este aspecto es definido por el autor como un permanente proceso hasta la muerte de recogida-unificación-autodefinición-exposición; el autor plantea la vida como este ciclo en donde la persona debe ser capaz de encontrarse consigo mismo y autodefinirse independientemente de lo difícil que este le resulte a la persona ella debe ser capaz de hacerlo, y una vez logrado proceder a exponerse al mundo para que sea reconocido y aprender a reconocernos a nosotros mismos.



2. Corporeidad. (“Existencia incorporada”)


En esta dimensión de la persona Mounier pasa a hablar ya no de la interioridad, de lo que una persona puede llegar a analizar y comprender de sí mismo al reunificarse y encontrarse consigo, sino de como las personas a través de la comunicación, a través de la interacción con el medio que los rodea puede llegar a ser influida en su forma de ser. Mounier manifiesta en su libro: “El hombre, así como es espíritu, es también un cuerpo. Totalmente cuerpo, totalmente espíritu”; esto lo complementa afirmando que, en toda persona, los sentimientos y las ideas son definidos de acuerdo al clima, la geografía, mi situación en la superficie de la tierra, mis herencias, y más allá llega también a tener en cuenta al flujo masivo de los rayos cósmicos. A estas influencias se les añaden todavía las determinaciones psicológicas y colectivas posteriores.

En este capítulo de la respectiva dimensión, Mounier aclara su punto de vista respecto a la división que muchos han hecho entre cuerpo y alma/ser, y con sus palabras manifiesta claramente lo siguiente: “Mi cuerpo no es un objeto entre los objetos, el más cercano de ellos: ¿cómo podría unirse en ese caso a mi experiencia de sujeto? De hecho, las dos experiencias no están separadas: yo existo subjetivamente, yo existo corporalmente, son una sola y la misma experiencia. No puedo pensar sin ser, ni ser sin mi cuerpo”.



3. Comunicación.


Como yo lo había mencionado al principio, el hombre necesariamente requiere comunicarse para llevar una vida en ‘sociedad’ esto es aclarado por el Mounier en cada una de las dimensiones. Mounier advierte que es un acto de conciencia lo que revela esta dimensión de la comunicación, ya que la persona se conoce a si mismo mediante otros “yo”, esto quiere decir que Mounier sugiera que la persona aprende a través de un modo de imitación. 

Mounier llega a la siguiente conclusión: ‘ser persona significa amar’, esto debido a que nosotros solo existimos como personas en la medida en que se existe para los otros. Como dije al principio Mounier deja claro, que solo a través de la comunicación un grupo de personas pueden llegar a conformar una sociedad, el aclara también que esto se debe a la generación de costumbres, sentimientos y estructuras/instituciones necesarias para el desarrollo en convivencia, pero este acto se comunicación es relacionados según Mounier a los siguientes actos fundamentales:

  • Salir de sí, ser capaz de desposeerse para estas a disposición de los demás.
  • Comprender, es decir en pocas palabras que nuestro punto de vista no es único, y que nuestra verdad no es la única existente.
  • Tomar sobre sí, lo cual se traduce en asumir la propia vocación.
  • Dar, ser generoso sin esperar alguna compensación.
  • Ser fiel, consagrarse a una persona, en amor y amistad.


4. Afrontamiento.


Ante el acto de comunicarse tanto con uno mismo como con las personas que conforman nuestro medio, ante el hecho de tener que estar frente a los pensamientos y acciones que lo anterior conlleve Mounier pone como acto siguiente al afrontamiento, porque para él no siempre ni tampoco no todos estamos siempre frente a ámbitos agradables; para aquellos que sus vidas se desarrollan en un ambiente hostil o poco agraciado para ellos el autor resalta la importancia de la singularidad de cada persona, ser diferente a lo que nos incomoda, porque esto es de gran valor en cada persona, sus características únicas. 

Es por lo nombrado anteriormente que Mounier hace un llamado al inconformismo, a tomar una actitud de lucha frente a lo que nos agobia, nos sofoca pero que todos lo tienen establecido como un orden. En esta lucha el hombre es capaz de alcanzar una plena madurez, debido a que se debe enfrentar a lo que conlleve el hecho de sostener sus palabras, ideales, afirmaciones y decisiones, esto llevara a una expansión de su ser. Su vida se encuentra en ello. La persona se halla, se encuentra en su obrar.



5. Libertad.


Mounier afirma que la libertad es la afirmación de la persona y de esta solo se puede ser consciente viviéndola. La libertad es un acto vivencial, existencial de la persona, y por ello, no es objeto de ciencia. La ciencia no puede decir nada a favor de la libertad. Es la persona quien descubre su propia libertad, por tanto, en esta experiencia se hace consciente de su acto libre y puede seguir reafirmándolo. 

Recordemos el enlace que había determinado Mounier entre individuo-comunicación-persona-sociedad, esto también influye a la hora del autor hablar de la libertad porque afirma que aunque al comienzo sea solo buscada y conseguida por pocas personas, en la medida de que estas sean libres se va construyendo la libertad de los demás, aunque no quiere decir que esta deje de ser singular, cada uno debe luchar por ella. 

Según Mounier la persona ha de ejercer su libertad de dos formas, como elección, pero sobre todo como adhesión.


6. Transcendencia. (“Eminente dignidad”)

Según Mounier: “la persona es una entidad trascendente por tratarse de una realidad superior en la calidad del ser”. Lo que hace trascendente a una persona es la capacidad que tiene para desarrollar cualquier actividad, “hacer” y “hacerse”, esto nace de la necesidad que tiene la persona de alcanzar metas y objetivos, al hacerse una idea de sí mismo en un futuro y al gestionar sus actos en función de alcanzar esa idea. 

Dicha transcendencia no debe ser una prueba, pero si es una realidad que debemos movernos hacia ese objetivo, ser transcendente. Los valores generan una gran ventaja para lograr ser transcendente. Dichos valores son definidos por Mounier como realidades subjetivas que va adquiriendo la persona y que sin esta no existiesen, aunque a su vez estos valores perfeccionan a la persona, los hace tener una existencia plena y como dije al principio los lleva a ser transcendentes. Por nombrar a algunos valores están: la felicidad, la ciencia, la verdad, el arte, la historia y también algunos valores religiosos.



7. Acción. (“Compromiso”)

Mounier relaciona el compromiso con la acción y a su vez a estas dos con libertad, según él a través de la acción el hombre logra transformar la realidad que lo rodea y también relacionarse/comunicarse con las demás personas, esto como ya lo habíamos mencionado anteriormente hace de un individuo una persona, y de un grupo de personas una comunidad capaz de desarrollar y compartir valores entre sí. 

Mounier también nos muestra una diversidad de dimensiones de la que está compuesta la acción, como lo son:

  • El hacer. Acción que tiene como finalidad dominar y organizar la materia exterior. Tiene su fin y su medida en la eficacia. Llamada también acción económica, esta no resuelve la cuestión humana; por eso requerirá la perspectiva de lo político, aunado a lo ético.
  • El obrar. Aquí la acción no está totalmente dirigida a edificar lo exterior, sino a formar al agente, sus virtudes, su unidad personal y sus habilidades. Tiene su fin y su medida en la autenticidad, a cuál consiste en el cómo actúa una persona y en que se convierte dicha persona al hacer algo determinado.
  • La acción contemplativa. encierra en ella misma un anhelo o aspiración hacia valores que invadan y den sentido pleno a lo humano de modo total.
  • La acción comunitaria. Dimensión colectiva de la acción. Se traduce en la comunidad de trabajo, comunidad de destino o comunidad espiritual. Su fin es la humanización integral. Esta actividad tiene como fin y medida tanto la perfección de cada persona como la perfección de todas las personas.
Estas cuatro dimensiones de la acción son fundamentales. Así lo dice Mounier: “Estas dimensiones en la acción común mantienen cierta comunicación, aun cuando una de ellas prevalezca, dándose de manera simultánea y de manera intensiva según las circunstancias”. La acción en sus diferentes dimensiones se mueve del polo político al polo profético. Según Mounier lo político es la acción comprendida entre lo ético y lo económico, es decir, entre la técnica y el obrar. Lo profético asegura la unión entre la contemplación y la práctica: la teoría y el obrar. 

De esta manera, toda acción recta y viable debe ser guiada por la preocupación de la eficacia (polo político) y el crecimiento de la vida espiritual (polo profético); todo lo anterior constituye el equilibrio entre los polos que el ser humano puede lograr para una integración personal.

La Revolución Personalista de Mounier persigue pasar del desorden establecido hacia el orden espiritual, que no será posible sin el compromiso de cada persona.


¿CÓMO PODEMOS ALCANZAR LA PERFECCIÓN EN CADA UNA DE ESTAS DIMENSIONES DE NUESTRA VIDA PERSONAL?



1. Interioridad. (“Conversión intima”).
En esta dimensión la perfección la podemos alcanzar dándonos las debidas prioridades a nosotros mismos, es decir, la interioridad se trata de, así como nosotros nos comunicamos con los demás debemos comunicarnos con nosotros mismos. Reunificarnos, autoevaluarnos y autodefinirnos; todos debemos pasar por momentos en nuestras vidas en el que es necesario pasar por esto antes de seguir con nuestras vidas de buena forma.

2. Corporeidad. (“Existencia incorporada”).

La perfección en esta dimensión puede ser alcanzada si sabemos aprovechar el medio que nos rodea, es decir, esta dimensión habla de cómo el ambiente en el que nos desarrollamos como personas nos puede definir, definir nuestra actitud, nuestros pensamientos y nuestra ideología; entonces aquellos que buscan una vida al margen del concepto de “Bondad” que se tiene en la sociedad deben relacionarse o dejarse influir por aquellas personas que en sus vidas rijan estos principios. Ejemplo: aquella persona que es criada entre una sociedad culta, respetuosa y humilde, tiene menos probabilidad de terminar rigiendo su vida por el “mal” que aquellos en los que su vida es desarrollada junto a este.

3. Comunicación.

En esta dimensión la perfección la podemos alcanzar entablando buenas relaciones con las personas que nos rodean, así como nosotros nos autodefinimos y en nosotros también nos define la cultura, filosofía y costumbres de la sociedad que nos rodea, debemos relacionarnos, comunicarnos con los demás porque solo así se genera una verdadera sociedad. Compartiendo y estando disponible para ellos, de esta forma se van desarrollando valores en la persona que le sirven para formarse de buena manera. Se debe aplicar lo que decía Mounier en su libro: “Nosotros solo existimos en este mundo en la medida de que existamos para los demás”.

4. Afrontamiento.
En esta dimensión la perfección la podemos alcanzar sabiendo manejar nuestros dilemas existenciales y los problemas cotidianos e importantes que inevitablemente se van a presentar en nuestras vidas, así nosotros seamos la persona más feliz, sensata y pulcra al actuar, no podremos escapar de ellos, por eso es mejor estar preparados para afrontarlos de la mejor forma. Así mismo, como Mounier lo afirma debemos mantener un espíritu de inconformismo y de lucha frente a aquellos que no es de nuestro agrado o que no consideremos que va con nuestra ética. Una verdadera persona debe ser aquella capaz de defender sus ideales y principios cuando estos se encuentren afectados. 

5. Libertad.
En esta dimensión la perfección la podemos alcanzar obviamente viviendo de manera libre, optando por estilos de vida y decisiones que no estén en contra de nuestros principios como personas.
La libertad sería sentida con perfección si nosotros dejáramos de sentirnos atrapados en los estigmas de la sociedad actual, siguiendo paradigmas que no nos definen, pero aun así hacerlo por intentar aparentar lo que no somos o por intentar agradar a algunos; esto nos representaría encarcelar en nuestro interior a la persona que en verdad somos. También viviríamos perfectamente de forma libre si no nos dejáramos someter por ideologías ajenas y lucháramos por lo que creemos, en este mundo donde tantos regímenes o doctrinas repliegan el libre desarrollo de cada persona, es necesario no dejarse oprimir y luchar por lo que somos.

6. Transcendencia. (“Eminente dignidad”).
En esta dimensión la perfección la podemos alcanzar primero que todo trazándonos unos objetivos en nuestras vidas, el saber a dónde vamos y quien queremos llegar a ser puede facilitarnos mucho las cosas, así como también plantearnos como llegaremos allí. El ser trascendente va a depender de si somos capaces de darlo todo por alcanzar lo anteriormente nombrado, y sobre todo más si lo logramos. Ahora independientemente de si el plan que seguimos es para “bien” o para “mal” vamos a ser transcendentes dependiendo de nuestro plan de vida será el grado de transcendencia de nuestras vidas (poca, media o mucha). Si buscamos que seamos trascendencia de nuestra vida para bien debemos acompañar nuestro proyecto con buenos valores y principios; de forma contraria si se buscan opuestos resultados.

7. Acción. (“Compromiso”). 
En esta dimensión la perfección la podemos alcanzar teniendo un debido equilibrio entre todas las dimensiones vistas anteriormente, ya que esta es por decirlo así la dimensión que define al hombre como persona. Debemos autoevaluarnos (interioridad) y buscar que el medio que nos rodea nos vaya definiendo de buena forma (corporeidad) una vez nosotros mismos nos conozcamos debemos relacionarnos con los demás (comunicación) pasar de individuos a personas y a través de estas relaciones formar de las personas una sociedad. Hacía que metas, objetivos, que costumbres y que principios, todo eso depende de cómo las personas influyeron en el pensamiento colectivo de dicha sociedad (trascendencia). También debemos hacer frente a lo que nuestros pensamientos, actos y deseos conlleven (Afrontar) es quizá una de las partes más importantes del compromiso que nos tenemos con nosotros mismos. Ya que solo así cada uno logrará lo que desee sin incomodidades ni temores (libertad).

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